VIAJAMOS
Por la ventana
la cortina entreabierta
la luz deja pasar
-ahora roja,
ahora verde-
y de lado recostada
tu silueta acentúa.
Desde el muslo
mi mano te recorre
por la cadera sube
la palma abierta
el tiempo pausado
sigue por la cintura
hasta el hombro
en el cuello retozo
y en tu mejilla reposo.
Congelamos el momento,
tu respiración y la mía
así como las sonrisas
y el calor de la piel
en sensuales emociones
nos hacen viajar
por nuestro universo.