UNA MAÑANA EN MARRUECOS
Por la ventana
-pequeña-
se cuela el sol
y a contraluz
tu silueta
bajo la túnica,
provocadora,
recorta.
Como hipnotizados
sin pudor
ni falso recato
avanzamos,
nos acercamos
y húmedos
nuestros labios
se encuentran.
Eres a quien,
tras recorrer
ríos y desiertos,
había esperado,
te digo al oído
mientras
con embeleso
te desnudo…