DIBUJARTE
La espalda…
Escuchas mis pasos
sientes la cercanía
e intentas voltear,
con un susurro,
a unos centímetros
te detengo,
giras la cabeza
alcanzo a verte sonreír
me gusta, lo sabes.
Un lunar miro en tu dorso
con la punta de un dedo
apenas lo toco
lo deslizo de a poco
hasta otro lunar y a otro más,
con suavidad dibujo:
tu piel es el lienzo
el deseo son los colores
que en tu nuca
el aliento revelan.
El Avión, la Luna y Tú
El sonido me hace voltear
levanto la vista al cielo:
con precisión de cirujano
un avión atraviesa
justo por la mitad
a la luna.
Cierro los ojos y te miro
la imagen podría hacer
que pensara en un cúmulo
de hermosas alegorías,
mas lo que me invade,
agolpa toda la sangre
en el bajo vientre:
te deseo.
AL HOMBRO
La mano izquierda
sostiene un tequila,
la mano derecha
sobre la mesa reposa
y mis ojos en ella
recorren los dedos,
el dorso y la muñeca,
en las pulseras tropieza
mas por el brazo
la mirada sube,
en los lunares
lúdica se entretiene
y por el lado
rodea una cicatriz
para en el cenit
de ese momento,
con dos dedos
mover el cabello
y al hombro llegar
para sobre él afirmarse.
Cruzamos miradas
los ojos sonríen
con brillo asienten
muy cercanos.
Platican los labios
suave al inicio
acariciando apenas
intensos después.
Inquietas las manos
sostienen, sujetan
en tensión los dedos
con anhelo palpitan.
Suena una cremallera
música que emociona
preludio de una tarde
pletórica de fuego.
SOBRE LA PIEL, FLORES
Sobre el césped
-entrelazados-
juegan nuestros cuerpos
se arriesgan las manos
en curvas y pliegues.
Arriba en el cielo
el lila manto
es colorido testigo
del primaveral ánimo
que nos abrasa.
Súbito el viento
sobre la piel
las ramas sacude
y la desnudez cubre
con violáceas flores.
TERCO OLVIDO
Con incansables olas
que borda el mar
en encaje de espuma
ante un par ojos.
Con el intenso naranja
del hermoso ocaso
esta tarde pintado
por el sol cansado.
Con una noche
presta a comenzar
y el vino por servir
en una sola copa.
Con el terco olvido
que se me resiste
y un poema roto
a mitad del corazón …
TERCO OLVIDO
Con incansables olas
que borda el mar
en encaje de espuma
ante un par ojos.
Con el intenso naranja
del hermoso ocaso
esta tarde pintado
por el sol cansado.
Con una noche
presta a comenzar
y el vino por servir
en una sola copa.
Con un poema roto
a mitad del corazón
y el terco olvido
que se me resiste…