PRELUDIO A LA ORILLA
DEL MAR
Soleada había sido la tarde
un colorido vestido de flores
eleva hasta el cielo mis ardores
del cuerpo enmarcado hace alarde.
Apenas aminoraba el calor
vivas las cenizas de la parrilla
su color plasman en tu gargantilla
miro la arena y tomo valor.
El movimiento de tus labios sigo
alterno fijándome en la mirada
solamente quisiera estar contigo.
Recibo un sí desde tu sonrisa
hechizado por los ojos de hada
y el perfume que me trae la brisa.
Deshojar tu flor
el deseo conservar
en tu perfume
Enamorado
de tus labios el roce
pícara lengua
Tu respiración
cual olas en tus pechos
ondula el brasier
Encaje rosa
los bellos y prohibidos
apenas cubre
CERCA
Mi respiración en tu cuello
muy profundo aspirar
y el perfume reconocer.
Al amparo de un abrazo
unas palabras susurradas
en ambos hacen eco.
Nuestros cuerpos unidos
mi mano en tu espalda
muy cerca sentirnos.
CONTIGO FLUIR
En tus ojos un pícaro destello
que invita a seguir la aventura
tu aroma que aviva mis sentidos
la esperanza de alcanzar la fortuna.
Tus brazos alrededor de mi cuello
mis manos prendidas de tu cintura
tus labios susurran en mis oídos
mi cabeza vuela hasta la luna.
Bajo mi mano tibia tu piel arde
bien sabes que he llegado a punto
si eres fuego me puedo ya quemar.
El sol en la ventana, cae la tarde,
¿A dónde nos iremos? Me pregunto
Abrazado a ti me dejo llevar...
