FRENESÍ No importaron esa noche los nervios ni la lata ansiedad, grave causa tampoco fue la inacabable espera, pues sólo descubrirte ondulada y sensual en ese vestido ceñida, cualquier titubeo en incendiario frenesí se convirtió.
DOS LUNAS Allá la primera, pública, argéntea, sobre los árboles apacible, a lo lejos por un hilo de miradas colgada. Cercana la otra, ante mis ojos alarga sombras, traza deseos, esconde, muestra y sobre tu piel, con promesas brilla.