NADA LOGRAN
Las luces tartamudas
de los pasillos
y la habitación
más sórdido aún lo hacen,
no te inspira confianza
y a mí tampoco,
pero nada,
ni esa vieja alfombra,
ni lo lúgubre del hotel,
logran que de ti
la atención,
el deseo
o mis manos aparte.