LA CHICA DE LAS PECAS
LAMENTÓ SU SUERTE
Poema en cuatro haikus
De la espalda
sus pecas adoraba
del pecho igual
Enamorada
ella de sus caricias
tuvo que huir
Él nunca supo
cuándo fue que sucedió
cómo la perdió
Un beso le dio
y su suerte lamentó:
nunca más volvió
Fotografía: Pinterest
SUS UÑAS
Y sus uñas
dibujaban medias lunas
en mis brazos,
mi espalda convertían
en lienzo encarnado
por sus rojos trazos,
hincadas en mis nalgas
marcaban efímeras
punzadas de pasión.
Sí, sus uñas,
a veces moradas,
rojas otras pocas,
naturales casi siempre
y sin olvido,
cuidadosamente afiladas;
sus uñas,
inquietos instrumentos
de placentero dolor.