PASARELA
En la penumbra
su mirada adiviné
traviesa me miraba
con una sonrisa.
A través de la ventana
el viento de la noche
y la luz de la luna
su piel envolvían.
Despacio sus prendas
una a una quitaba
y de plateado
sensual se vestía.
Cuando el último paño
en la cama aterrizó
el pasillo pasarela fue
y la luna me modeló.