lunes, 5 de septiembre de 2011

La Cremallera


LA CREMALLERA

Giro los ojos y la miro
-no puedo evitarlo-
acerco mi mano,
entre los dedos la tomo
suave al principio,
firme después;
la jalo hacia abajo,
se resiste un poco
mas al final cede
y cual Venus de Milo
de una valva de seda,
ante el mundo,
mi mundo, emerges.