jueves, 2 de septiembre de 2010

Siete Pequeñas Historias De Dos


SIETE PEQUEÑAS HISTORIAS DE DOS


I.
Cuando me robaste
aquella madrugada
el triste corazón
mal estaba yo, y tú,
bien supiste aprovechar:
ante tus encantos
la guardia yo bajé
y a ellos feliz sucumbí.


II.
Tan intensa la pasión
que nuestros cuerpos
como nuestros ojos
mil veces se fundieron
en eternos universos
como dos grandes astros
que los negros abismos
al chocar iluminan.


III.
No había preocupación
todo el mundo lo notó
algunos lo comentaban
los más, sólo observaban
y él no quería creer
pero el tiempo probó
que nada había que hacer
y para siempre la odió.


IV.
Sentado ante un café
fumando cigarro tras cigarro
escuchando a la lluvia
golpear incesante el suelo
mirando al reloj marcar
los minutos y las horas;
lo supe cuando te llamé
y no respondiste: no va más.


V.
El lugar es muy sencillo
no hay velas ni buen vino
ni sé si es buena la comida
pero hoy aquí estamos
nos miramos y acariciamos
sonreímos y nos besamos:
para estar en el paraíso
solamente te necesito a ti.


VI.
Coronando hoy tu cuerpo
flores negras y blancas
apenas cubren las piernas
y sobre las felices caderas
bajo mis manos bailan
tanto como nuestros ojos
es día para festejarnos
al ritmo de un merengue.


VII.
Hace tanto tiempo ya
no dejas que me acerque
y que te olvide me dices
que yo con gran intensidad
día tras día lo intento,
así que hoy tú me buscas
y no sin algo de tristeza
te lo digo: lo lograste, olvidé.